El mismísimo Gagnaire le ha dedicado un capítulo aparte a esta hierba sensacional, que pocas veces le damos su valor y prestigio. Ella es comúnmente asociada con “las perfumerías”, como se conocen los lugares de ventas de productos usados para temas esotéricos.
Yo la conocí a partir de mi vinculación con la cocina de Helena Ibarra y es por ella que me he involucrado y tratado desesperadamente de darle un lugar y un renombre adecuado.
No sé si por la imagen la hayan reconocido, pero me refiero al Cilantro Floreado, Sabio o simplemente Viejo.
Esta hierba familia de la zanahoria es simplemente la más usada del mundo y ha sido llevada hasta refranes populares haciendo alusión a su uso indiscriminado (eso de que es bueno, pero no tanto…), quizás por eso y según el lenguaje que representan las flores sea interpretado como "lenguaje oculto".
Sus semillas se usan comúnmente secas, ya que su sabor fresco puede llegar a sentirse hasta un poco metálico, pero creo que jugando con esa sensación de aleaciones de sabores podemos llegar a descubrir nuevas experiencias en nuestras papilas.
Sus flores traen recuerdos de la hoja, pero teniendo esa doble virtud de decorar y dar sabor nos permite y da un as bajo la manga a la hora de hacer recetas y ensamblar platos. Digo que es solo un recuerdo, ya que es mucho más sutil y delicada su intensidad y de no conocer su verdadero sabor, podría crear sospechas y hasta equivocaciones al asociarla con su origen.
Varias veces he escuchado que el cilantro “sabe a chiripa”, válgame Dios semejante parecido. Ojala que sea solo un cuento y no la verdad, ya que dejaría muy mal a esta hierba y un sería un poco en vano todo lo que he tratado de comentar sobre ella.
Solo espero que la consigan y usen con moderación o como les plazca, ya que es un lujo y privilegio contar con semejante producto a la hora de hacer comidas, sin importar cual elaborado vaya a ser nuestro plato a servir.
1 comentario:
Que bello post, federico.
Sabes que eso de que "bueno el cilantro pero no tanto" tiene una base científica. Un consumo excesivo (me imagino una cantidad enorme) puede ser tóxica.
Pero, un poco, puede ser la diferencia entre una comida normal y un lujo para el espíritu.
Saludos
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