La semana pasada un grupo de amigos de gente relacionada a la cocina y su difusión, fuimos invitados a conocer las instalaciones y demanda gastronómica que ofrece Girasole. Éste nuevo restaurante encerrado y clavado en las laderas del majestuoso Avila, nos brinda una carta y ambiente bien desenrollado, agradable y fuera de lo común.
Las cabezas de dicho proyecto son más que reconocidas y degustadas por muchísima gente... y es que a David y a Thamara son pocos los que no han conocido y apreciado sus manjares.
Pasamos una muy agradable velada con buenos vinos y mejor compañía, por lo que fue un tremendo preámbulo a esta etapa que seguro traerá muchos éxitos y barrigas contentas.
Muchísima suerte para está pareja de amigos y buenos cocineros.