miércoles, 2 de noviembre de 2011



El pasado fin de semana tuvimos en casa otro Festival Gastronómico, en este caso fue una nueva experiencia que nace con un buen predecesor, aunque poco que ver entre cada uno.
Nunca se trató de comparar o ver cual es mejor, siempre será bueno el sumar, con ello creceremos todos como sociedad, como cultura y como país comedor.

Tuve la suerte de formar parte del miembro organizador y con ello empaparme con las personas que fueron ponentes, los expositores en general y los muchísimos que nos visitaron estos cuatro días.
La mayor estrella fue Massimo Bottura quien nos encantó con sus genialidades, con su gran carisma y su increíble modestia. Hasta nos alió como defensor y mejor exponente de nuestra gastronomía ante palabras sin sentido y casi ofensivas por parte de personajes variados. (El Massimo Bottura junto con Lore y su simpatía indiscutible)


(Otra vez el Massimo haciéndole una cata super personal a Manuelito, sobre los chocolates San José que le encantaron e hicieron suspirar. Los que estabamos cerca añoramos la paciencia y cariño con que le habló e hizo memorizar esos toques dulces, floreados, y frutales que poseén dichas pastillas de cacao)
También estuvo otro gran cocinero Italiano, Mauro Uliassi estrellado por la Michelin, nos habló con pasión sobre la pasta, sobre su bella Senegalia y en general con un interesante discurso nacionalista, pero ubicado y centrado. Escuchar de un italiano tan reconocido sobre su gastronomía hace imposible no querer salir corriendo hasta su restaurante y degustar sus maravillas.
Cerró como invitado internacional del cartel el también reconocido con estrellas por tan afamada guía, Fernando Canales Etxanobe, chef y propietario del restaurante del mismo nombre (Etxanobe) de Bilbao, España. Modestia y humildad resumen a este cocinero que enamoró con sus palabras mediadas y justas a cuanta persona le haya escuchado y visto.
A demás estuvieron mucho de los protagonistas diarios de nuestra gastronomía, ya habituales en estos ciclos de ponencias.
Lo bonito fue que por vez primera se le dió cabida a las nuevas manos cocineras, dejando mostrar su visión y tendencia. Balsam fue la empresa que se animó a acogerles y darles ese apoyo para que dieran sus primeros pasos ante público-
La opinión general fue de alegría por tener esta nueva opción en ferias gastronómicas con un nivel verdaderamente alto y elegante. Ojalá sigamos creciendo y con ello teniendo más y más opciones de mostarnos como cocineros y como país.
Bravo a la gente deñ CIEC, de Balsam y de los muchos que creyeron en esta nueva página culinaria.

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