viernes, 12 de enero de 2007

Un paraíso llamado la Salamandra


Este fin de semana que acaba de pasar, nos fuimos unos amigos, todos ligados con la gastronomía, para Barquisimeto. Estando allí nos dimos cuenta de lo increíble que es el estado Lara. Todos los que fuimos ya lo conocíamos, aunque algunos más que otros, de hecho teníamos a nuestra propia baquiana para que nos guiara en nuestros paseos turísticos.
Pascal y Katty tenían en mente rutas más artesanales mientras que Shirley, Florencia y yo estábamos más interesados en saborear su gastronomía. Entre tertulias, rones y una tremenda compañía con Judith y Leo, los dueños de la posada La salamandra, la pasamos genial. En esta posada camino a Duaca, nos quedamos por unos 3 días, en los cuales solo nos consintieron, mimaron y nos brindaron su amabilidad y cordialidad.
Es simplemente un paraíso, solo que hay que reservar con mucha antelación por su poca capacidad, pero esto la hace extremendamente acogedora y hace que los atentísimos anfitriones se presten personalmente a cada unos de sus huéspedes.
Todos quedamos con más ganas de la gran compañía de Judith y Leo, que entre charlas y una gran comida brindan solo gratas y amenas experiencias para los pocos privilegiados que lleguen a su casa.
Para remate, en esta posada han creado una especie de sala de exposición de artesanía local, en donde muestran cuadros, piezas de gres, de madera, etc., que solo son vistas allí o difícilmente fuera de Lara.
Aquí Pascal y Katty adquirieron un muy bello cuadro de la Virgen de la Guadalupe, el cual dejó literalmente loco a sus compradores, los cuales hacían visitas de inspección al salón donde se encontraba, no fuera ser que otro se lo llevara.
Siempre estará la posibilidad abierta para que volvamos, ya que nos espera una gran posada, con comida maravillosa y un par de amigos esperando con los brazos abiertos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué buena tu crónica!

Las veces que he ido a Venezuela no tengo muy claro a donde ir. Me encanta Caracas y obviamente voy a la playa, bien choroní, Cata o Los Roques. Pero muchas veces he querido un sitio para descansar y pasear. Este suena fantástico!

Mil cariños