lunes, 9 de junio de 2008

Que barbaridad de almuerzo

Este comentario viene remitido del anterior, pero consideré que necesitaba hacerlo con mención a parte. El almuerzo apasionado por el Priorat que majestuosamente Carlos, Take y Oriol hicieron el pasado sábado queda entre los grandes que he asistido. Y si para remate le sumamos a Katty en los postres y a Gerard en la sala, creo que malo no iba a salir, no?
Pues no sería justo comparar los platos para elegir a uno u otro, ya que en total fue un juego extraordinario, pero de seguro que hubo a mi parecer dos que sobresalieron...
...el mero con costra de trufas y caldo corto de aves fue pura gentileza, amabilidad y gusto; por otro lado el mar y montaña estuvo genial! ni más ni menos, un pequeño paquetico a manera de regalo donde al romperlo salia un delicadísimo guiso de paticas de cerdo con su sofrito acompañado de langostinos y su jugo reducido cargado de aromas.
Y si de escoger seguimos debo decir que el club sandwich en homenaje a Yann Duystche fue maestría y genialidad.
Todos y cada uno de los vinos estuvieron armonizando perfectamente los platos, demostrando sapiencia y conocimiento.
Pues si las despedidas son así de buenas abría que despedir más a menudo, aunque con la certeza y promesa de que a la vuelta la fiesta sea mejor, más grande y siempre cargada de amistad, vinos y buena comida.

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