viernes, 21 de noviembre de 2008

Estrellas en los firmamentos ibéricos, aunque se apaguen algunas de ellas

Hace un par de días se dieron a conocer los resultados arrojados por los críticos y analistas gastronómicos de la afamada y a veces odiada Guía Roja de Michelin.
Hay sorpresas y otras no tanto, pero lo que llama la atención es que sigue repuntando Tokio como ciudad pudiente y creciente en cuanto a lo culinario entre otras cosas.
Se mantienen como tres estrellados los ya nada sorpresivos Bulli, Akelarre, Arzak, Can Fabes, Berasategui y Sant Pau. Gana de golpe dos estrellas Sergi Arola y pierde de golpe sus dos la Broche. Pierde una el super honesto y casero Zuberoa. Ganan su primera estrella L´Aliança, Cinc Sentits, Manairó, Els Tinars, Alboroque, Skina, El Nuevo Molino, Pepe Vieira, Angle, Abantal, Valdepalacios, Riff, Vertical y Bal d´Onsera. Pierden su única estrella pero permancen en la guía: El Mesón de Doña Filo, Playa Club y Fagollaga.
Pierden su única estrella y desaparecen de la guía: Caelis, L’Alezna, La Cuina de Can Pipes, L’Esguard, Toñi Vicente y Hostal de San Salvador.

Al final la guía Roja para España y Portugal mantiene a seis restaurantes con tres estrellas, a nueve españoles y un portugués con dos y a 115 españoles, nueve portugueses y uno andorrano con una estrella.
Por su parte Carme Ruscalleda sigue manteniendo sus 2 estrellas en Tokio y con ello el número estelar de dicha ciudad queda en 227!
Hay cosas que no termino de entender, creo nunca lo haré, y es la manera tan subjetiva de medir las cualidades en cuanto a criterios y con ello entrega de estrellas y/o reconocimientos hacia los restaurantes. Hay uno que particularmente considero fuera del lote de los estrellados, no solo por su altísima calidad, sino también por poseer una de las más honestas y nobles filosofías. Es que Mugaritz es uno de los pocos restaurantes del mundo, a mi pensar, que tiene una tendencia muy delimitada e irrepetible fuera de su entorno; quizás acompañado de El Bulli y Fat Duck. De repente no hace falta que le entreguen su tercera estrella y con ello alcance los más altos valores culinarios algunos de ellos sólo con presencia social y mediática.
Como anécdota me queda haber estado en sus instalaciones cuando recibió su segunda estrella y con ello el repunte tan sonoro y constante que seguirá teniendo a pesar de mentes y críticas no apoyables hacia él.
Gora Mugaritz!

No hay comentarios.: