Me considero un protector y amante de los animales, más allá de ser cocinero y trabajar mayormente con "cadáveres", pero esa educación salvadora y ecologista sembrada por mi madre, mucha veces tiene que luchar con mi parte más terrenal y salvaje.
Creo ser incapaz de matar conscientemente a un animal, aunque me emociono y pienso como prepararlos una vez que llegan a mis manos en mi cocina. Raro sentimiento, ¿no?
Esta caricatura del "grandidísimo Quino", resume un poco lo que siento.
martes, 13 de febrero de 2007
Quino, el grande
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2 comentarios:
yo escojo los animalitos que me como limitando así las posibilidades de explorar y conocer sabores nuevos. luis por el contrario, come todo lo que le sirvan sin eimportar que animalito era. lo que a él le importa es el sabor y la cocción.
Uff es un sentimiento raro, imaginate yo que soy Zootecnista y carnivora no solo por fisionomía sino por predilección. Definitivamente no es lo mismo comerse un cochino regordete que uno rosadito y aún torpe al andar con su rabito apenas empezando a enrollarse en si mismo. Un reto ser cocinero cuando se es adorador de animales... pero la meta es al menos no comerse ninguna mascota ajena y mucho menos propia.
saludos
Johana
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